Va a amanecer, es la tercer canción que nos comparte Caro Luna, es una fusión entre varios estilos musicales; la melancolía de la milonga uruguaya, la canción folclórica sueca, las evocativas influencias del fado y la presencia del charango que completa este mapa musical.
En cuanto a la historia que canta Va a amanecer hay una tristeza que en unos minutos nos conduce a la empatía en un espejo de sentimientos, que cual luminosidad esperanzadora, nos lleva a deambular de la noche al amanecer.
Y VA A AMANECER
Regresando de una noche con amigos, rumbo a casa, Caro se encontró con una joven, se sentía, se veía, muy triste; Caro no sabía bien qué hacer, por un lado quería irse a dormir, pero cuando la vio tan desolada, llorando pensó que tenia que hacer algo, tal vez había sufrido un accidente, un asalto.
Caro se acercó y le preguntó si se encontraba bien, si no le habían hecho algo, ella le dijo que no.
Caro tenia unas servilletas en su bolsa y se las ofreció y en un impulso natural se sentó junto a ella.
Y la historia tomó nuevas rutas, la joven comenzó a contarle episodios de su vida, tratando de compartirle su dolor y confusión, pero al mismo tiempo tratando de expulsar de su cuerpo toda esa angustia y soledad.
Después de un rato ambas guardaron silencio. Así estuvieron un largo tiempo, hasta que comenzó a amanecer y juntas, sin saber que lo estarían, vieron el sol salir.
Fue un nuevo día para ambas.
Este encuentro fue para Caro un momento mágico que retrata musicalmente en Va a Amanecer y tras compartirnos en febrero Ay amor! canción que relata una alentadora nueva oportunidad de la vida frente a la desesperanza, y en Marzo la impactante Acapulco pieza que narra como siendo una niña, se queda sola muchas horas en un autobús en el puerto, así nos vamos aproximando a esta sin duda, gran artista, más uruguaya, más latina que sueca, con una voz excepcional, llena de recursos que se zambulle, sin ningún temor, en las profundidades de las certezas y las ausencias de los seres humanos.
Al respecto comenta:
“Los momentos difíciles que he vivido me han enseñado que una cosa no puede existir sin
la otra. La luz no existe sin la oscuridad, la alegría sin la tristeza y así son nuestras vidas y
quizás siempre ha sido así. La diferencia está en qué tipo de problemas tenemos, pero las
dificultades siempre han existido en las vidas de los seres humanos. Y a veces pareciera
que nosotros mismos las creamos».