- Renault-Este conjunto mecánico tomaba la energía de unas baterías de plomo dispuestas en ocho unidades independientes.
- Renault-Por esa misma razón, el peso del vehículo en vacío había aumentado considerablemente en detrimento del desempeño dinámic
Una de las novedades más esperadas en el mundo automotor es el nuevo Renault 5 eléctrico, que ya conocimos como prototipo a principios de 2021 y cuya versión de producción saldrá a la luz a finales del próximo año. La expectativa gira en torno a que será el primer auto eléctrico “popular” creado y desarrollado bajo el plan estratégico “Renaulution”, en la nueva era de la compañía
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Pero lo que pocos saben, es que no será el primero. Hace 50 años, cuando nació el Renault 5 original, también se propuso una inédita variante eléctrica que además, llegó a la producción en serie. Se fabricaron cerca de 100 unidades entre 1972 y 1974, cuando nadie siquiera imaginaba que el futuro de la movilidad sería eléctrico
Si aún hoy en día la industria automotriz debió asumir como un reto el hacer viable la producción de autos puramente eléctricos, podrán imaginarse cómo era hace 50 años. , cuando se producían en Colombia los Renault 4 y Renault 6. Por eso, es una rareza que hoy vale la pena recordar y reseñar. ¿Cómo lo lograron?
Así era el primer Renault 5 eléctrico
Dadas las condiciones de la época, el fabricante francés tuvo que asociarse con la compañía EDF (Electricité de France) para producirlo. Incorporaba un motor eléctrico UNELEC de corriente continua, que alcanzaba 10,2 hp (7,5 kW) de potencia, unido al tren delantero. Podía entregar una autonomía máxima de 60 kms tras 10 horas de carga completa, con una velocidad punta de 60 km/h.
Este conjunto mecánico tomaba la energía de unas baterías de plomo dispuestas en ocho unidades independientes. Eran tan pesadas, y ocupaban tanto espacio, que fue necesario eliminar los asientos traseros para instalarlas allí. Tal detalle le restaba practicidad y atractivo comercial al vehículo, a pesar de mantener un maletero bastante amplio.
Por esa misma razón, el peso del vehículo en vacío había aumentado considerablemente en detrimento del desempeño dinámico. Mientras que un Renault 5 a combustión apenas superaba los 700 kg, este modelo eléctrico marcaba 1.020 kg en la báscula.
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Sumado a esto, incluía un techo corredizo trasero cuya función no era precisamente el confort: a través de ese espacio, se realizaba la extracción de las baterías para su reemplazo, empleando una grúa.
Diferencias a simple vista
No era fácil diferenciar un Renault 5 con motor a combustión, de uno eléctrico. Los únicos cambios distintivos en este último eran la eliminación de la palanca de cambios, pedal de embrague y los indicadores de nivel de combustible y presión de aceite. Claro, en lugar de estos iba un indicador del nivel de carga de las baterías. Por lo demás, “a ojo”, eran iguales.
Para terminar, recordemos que el próximo Renault 5 eléctrico promete motores de hasta 136 hp y una autonomía de hasta 400 kms. Desde 2024 reemplazará a los actuales Zoe y Twingo E-Tech y abrirá una nueva era en la gama de eléctricos de la marca francesa.
Una gran herencia que lleva 50 años, y espera durar al menos 50 años más.