Subida al Pikes Peak con un 911 Turbo S

Adrenalina Music Motor – Porsche
  • Porsche-Competir con un automóvil de producción de serie y legal para su uso en carretera, en una carrera tan exigente como la del Pikes Peak, es algo único y plantea grandes desafíos,
  • Porsche-Por su parte, Donner ya divisa en el horizonte la edición número 100 de la subida de montaña que se disputa a mayor altitud del mundo.

Cuando David Donner se reunió con Jim Edwards, coleccionista de Porsche, y con Pete Stout, editor de la revista 000 Magazine (dedicada a Porsche), para cenar en Napa Valley el año pasado, la conversación se centró rápidamente en el centenario de la célebre carrera estadounidense que es corrida anualmente en la montaña de Colorado. Stout se había asociado previamente con Donner para disputar la Pikes Peak de 2020, cuando su 911 GT2 RS Clubsport obtuvo el récord en la categoría ‘Time Attack 1’. No pasaría mucho tiempo antes de que urdieran un plan para hacerse con el récord de vehículos de producción.

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El tiempo para batir, 10:18.488 minutos, lo estableció Rhys Millen en un Bentley Continental GT en 2019, superando la marca anterior de 10:26.896 minutos establecida por el propio Donner en un 911 Turbo S de la generación 991 en 2014. Desde ese momento, Donner ha querido recuperar el récord, así que el trío propuso ese objetivo con el 992 Turbo S con paquete Lightweight que Edwards acaba de adquirir.

Competir con un automóvil de producción de serie y legal para su uso en carretera, en una carrera tan exigente como la del Pikes Peak, es algo único y plantea grandes desafíos, dijo Stout: “Pikes Peak es como Nüburgring para los aficionados al automovilismo: la gente conoce los tiempos de referencia de las mejores vueltas. Pero hay diferencias notables entre una y otra prueba. La montaña de 4302 metros presenta una serie de particularidades y riesgos que no están presentes en prácticamente ningún tipo de circuito. Son 156 curvas en un recorrido de 19 kilómetros y 988 metros, sin barreras protectoras a los lados de la carretera y básicamente sin margen de error. Además, no es posible entrenar en el trazado completo, lo que quiere decir que los pilotos apenas tienen una oportunidad cada 12 meses, siempre y cuando el clima lo permita. La expectación que genera la carrera del Pikes Peak se podría equiparar a lo que producen Le Mans, Mónaco o el TT de la Isla de Man. Además, se suma el hecho de que es posible competir con un vehículo de serie que, tras “volar hacia las nubes” el domingo, puede ser utilizado el lunes para ir a comer, lo que recuerda a la manera en la que se usaban los 911 originales en otras épocas doradas del automovilismo.

Una decoración única: el papel no está muerto

El 911 Turbo S de 2022 con el que competirá Donner fue adquirido en el concesionario Champion Porsche, de Pompano Beach (Florida) y pasó directamente de la sala de exposición al taller para el montaje del paquete Lightweight. Después, recibió una decoración exclusiva que pretende demostrar que las revistas de papel aún están muy vivas, a través de imágenes en alta resolución de un artículo reciente del 911 Turbo publicado en 000 Magazine.

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Muchos de nosotros pensamos en el Turbo como un 911 lujoso”, dijo Stout, “pero los primeros Turbo eran autos bastante livianos que se usaron para conseguir la homologación en el Grupo 4 y el Grupo 5, con los Porsche 934 y 935. El artículo explora cómo era conducir el primer 911 Turbo en la década de 1970. El paquete Lightweight para el Turbo S actual rebaja el peso total en 36 kilogramos”, dijo Stout, “lo que hace que el auto sea aún más rápido. Champion Porsche ha hecho un trabajo fantástico preparando este 911, estamos ansiosos por ver qué puede hacer Donner con él en el Pikes Peak”.

Por su parte, Donner ya divisa en el horizonte la edición número 100 de la subida de montaña que se disputa a mayor altitud del mundo. “Siempre he ido al Pikes Peak para ganar o establecer un récord”, dijo. “La historia de mi familia con Porsche en Pikes Peak proviene de mi padre, Bob Donner, quien ganó tres veces con diferentes Porsche Spyder en 1960, 1961 y 1962. Mis últimas tres victorias aquí fueron con un Porsche, me encantaría lograr una cuarta con la misma marca. La conexión con 000 Magazine comenzó en 2020, y sin la participación de esta publicación no hubiera sido posible hacer un equipo ganador. Todavía tenemos mucho que trabajar, pero esperamos unirnos a una gran parrilla de autos y pilotos en la subida número 100 al Pikes Peak”.

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Pikes Peak: una carrera icónica estadounidense

Edwards, por su parte, está deseando ver su nuevo 911 en la montaña. “Pikes Peak es una carrera estadounidense icónica”, dijo. “¿Quién no querría ser parte de esta edición tan especial? Compré mi primer Porsche en 1961 y he tenido muchos a lo largo de los años, tanto de carreras como de calle. Siempre es divertido ver a los niños con los ojos muy abiertos cuando se acercan a mirarlos. Reconocen un Porsche a primera vista”.

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